Aunque era sábado tocaba levantarse pronto para pasar el día en la ciudad de Santa Cruz, al sur de San Francisco. Alquilamos un coche en Hertz y fue todo genial y sin sorpresas.
Digo lo de sin sorpresas, porque ya son varios los que me han dicho que alquilando en algunas compañías el precio base es muy bajo, pero luego te van añadiendo cuestiones que no están incluidas. Así que lo dicho, con Hertz genial, así que repetiremos.
La cuestión es que fuimos de camino de Santa Cruz por toda la costa del Pacífico. Aunque se tarda bastante por estas carreteras, las vistas valen mucho la pena.
Llegamos a Santa Cruz y alquilamos unas tablas en la tienda de Rip Curl por unos $30 incluyendo el traje de neopreno y nos fuimos a probar esto del surf.
Tengo que decir que no lo había probado nunca y que, tras hacerlo, ya puedo decir que es un deporte que no me gusta y para el que no sirvo. Habrá que probar con otra cosa 😉
Tras la mañana de surf fuimos a comer a Pleasure Pizza donde para mí, encontramos una de las mejores pizzas que he probado en USA. Fantástica y muy bien de precio, y todo rodeado de una decoración como toca para el lugar en el que estábamos.
Finalmente por la tarde, volvimos al mar, disfrutamos de algunos de los surferos más profesionales y de un paseo por toda la zona. Si estás en San Francisco, vale la pena visitar Santa Cruz al menos un día. Nosotros pensamos en quedarnos a dormir, pero pienso que no nos hubiera merecido la pena.
Acabamos la tarde en el Santa Cruz Wharf, donde pudimos tomar algo y ver la puesta de sol. Y al anochecer de vuelta a San Francisco 😉
